mércores, 10 de febreiro de 2021

Cristal y metal

Érase una vez un hombre, pero no uno “normal”, era un hombre de cristal, con pulmones, corazón, hígado, huesos...de cristal... era un hombre de cristal, transparente y cristalino, y se llamaba Óscar.
A Óscar lo creó un hombre que trabajaba en una forja de vidrio, ¿Sabéis cómo se hace el cristal? Con arena, sosa y cal, se mezcla todo y se mete en el horno y con un soplador se va dando forma, pues este hombre además de a Óscar, construyó toda una ciudad de cristal con pequeños habitantes de cristal. Este hombre además tenía poderes mágicos, y con ayuda de un conjuro que había encontrado en un libro muy antiguo pudo dar la vida a todos los habitantes de la ciudad, A ese hombre lo llamaron El Artesano.
Nadie, salvo Óscar se preguntaban cómo sería ese hombre, y porque los creó, así que emprendió un largo viaje para ir hablar con él y que le diese respuesta a todas sus preguntas ¿Por qué los creó? ¿Qué pasaban cuando se rompían? ¿Por qué se rompían?...
Óscar emprendió su viaje una mañana del mes de junio. Después de varios días caminando llegó al horno en donde estaba El Artesano. Pero antes de que pudiese hablar con él, tropezó en una de las herramientas, y se rompió los brazos y las piernas. Cuando El Artesano lo vio, le preguntó que hacía allí.
Óscar le contó porque quería visitarlo. Así que El Artesano impresionado por la valentía decidió volver a fundirlo, para ponerle otra vez sus extremidades, pero esta vez reforzadas de acero.
Óscar despertó en su cama y pensó que todo había sido un sueño, pero pronto se dio cuenta de que había sido real, y que sus brazos y piernas eran una mezcla de vidrio y acero.
Intentó ir de nuevo a buscar a El Artesano para darle las gracias y para que le contestase a sus preguntas, pero antes de que emprendiese el camino, vio que había una nota encima de la mesa de la cocina, en la que decía:
Querido Óscar:
He decidido viajar y dejar apagar el fuego de la fragua, por eso a partir de ahora quiero que seas tú el que te encargues de cuidar a los vecinos de esta ciudad.
Espero que pronto nos volvamos a ver.
Con cariño, tu amigo
El Artesano.
Desde entonces Óscar se convirtió en el guardián de la ciudad de Cristal.
El tío irlandés



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