domingo, 18 de abril de 2021

El puente errante

Cuenta la leyenda que en un lugar al noroeste de la Península Ibérica, llamado Galicia había un puente errante. Si, si... un puente errante, un puente vagabundo que iba cambiando de lugar. Nadie sabe muy bien porque, pero un día podía estar cruzando un río, al día siguiente una ría, o una laguna...
Según contaba mi abuela, una vez estuvo en su aldea, ayudando durante todo el invierno a cruzar el río para unir al pueblo dividido por un río que se había desbordado.
Según me ha contado apareció una noche lluviosa de noviembre. Desde septiembre no había parado de llover, por lo que el único paso que había para cruzar el río estaba inundado, al igual que las fincas e incluso el molino de agua que había, apenas se le veía el tejado, y por tanto los niños que vivían en ese lado de la aldea no podían ir a clase, el médico no podía visitar a los enfermos porque el río le impedía el paso, no podían ir a misa e incluso algunas familias habían quedado separadas.
La noche que apareció, había una gran tormenta, la lluvia era muy fuerte y el viento había levantado varias tejas de la casa de mi abuela. Además necesitaban ir a buscar al médico que vivía en el otro lado de la aldea, porque mi bisabuelo estaba muy enfermo. Así que mi abuela, que tenía unos 10 años, sin permiso de su madre salió en busca del médico y en medio de la oscuridad, lo vio. Un puente que cruzaba el río que cada vez crecía más y más, el puente cruzaba de un lado al otro...
No podía creérselo, de donde había salido? Era un milagro.
A pesar de que tenía un poco de miedo, porque dudaba de que fuese real, lo cruzó lo más rápido posible sin mirar atrás y no paró hasta llegar a casa del médico.
Cuando la mujer del médico la vio, se quedó asombrada porque no entendía cómo podía haber llegado hasta allí, y aunque mi abuela se lo intentó explicar, pensó que se lo había imaginado todo.
Al final la abuela convenció al médico y a su mujer para que la acompañasen hasta su casa y así pudiesen ver a su padre y curarlo. Cuando llegaron al puente se quedaron asombrados, cómo había aparecido allí?
Al igual que la abuela, ellos también lo cruzaron lo más rápido posible, porque en el fondo tenían miedo de que fuese una visión o un engaño y que cuando hubiesen puesto un pie desapareciese, cayesen al río y se ahogasen.
Gracias a ese puente llegaron a tiempo para curar al bisabuelo. A la mañana siguiente, cuando la tormenta había pasado y el resto de la aldea lo vio, todos se hacían la misma pregunta: de dónde había salido, cómo había llegado hasta allí... Y aunque al principio todos tenían un poco de miedo, poco a poco fueron cruzando y volviendo a reunirse y a retomar la vida normal.
Pero así como llegó, también se fue, porque una mañana de finales de primavera, cuando el río había recuperado su cauce, ya no estaba allí. Nadie sabía que había pasado, pero eso los motivó para hacer un puente imitando al errante.
Mi abuela me ha contado que con el paso de los años volvió a oír una historia similar en una aldea de Lugo que cruzaba el río Sil.
El tío irlandés

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