Érase una vez una niña que era muy feliz y alegre, siempre estaba soñando despierta. Tenía mucha imaginación y le encantaba leer historias de ciencia ficción. Al llegar la noche se fue a la cama y se puso a leer uno de sus libros. Al día siguiente cuando se despertó se sintió rara, no sabía lo que le pasaba. Se miró las manos y como no se lo creía, fue a mirarse al espejo, pues se había convertido en una niña de cristal.
Al principio se asustó un poco pero igualmente estaba alegre, porque sentía que estaba dentro de uno de sus libros de fantasía. Lo que pasa es que no todo iba a ser tan divertido como parecía porque debía tener mucho cuidado, cualquier golpe podía hacer que se rompiera.
Tenía que vestirse para ir al colegio, pero no era capaz de doblarse para poner su ropa. Cuando llegó al cole sus amigos no la reconocían. No era capaz de sentarse en la silla y tuvo que permanecer de pie toda la clase. Cuando sonó el timbre para ir al recreo, ella quería jugar a la comba, pero al saltar se dio cuenta que pequeños trocitos de cristal de sus pies se rompían y no pudo seguir.
La niña se puso muy triste, no sabía que hacer ni como volver a ser una niña normal. Estuvo llorando y dando vueltas, pensando en cómo podía hacer. Y sin darse cuenta tropezó con una piedra, se cayó y se rompió en mil pedazos de pequeños cristales.
Al abrir los ojos, se vio en su habitación. Resulta que todo había sido un mal sueño!
Butterfly
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