Cuando llegué a casa, un zorro dormía delante de la puerta placidamente. Era naranja y blanco, y casi un bebé. Me pareció tierno, pero llegó el pesado de mi hermano y lo despertó.
El zorro se enfadó y se volvió al monte, donde lo esperaban su madre y su padre.
Yo no quería que se marchara, porque era muy bonito, pero, bueno, con mi hermano nada puede salir bien...
Después de un tiempo llegó mi madre para hacer la comida y se lo conté todo. Mi madre castigó a mi hermano sin móvil toda la semana.
Yo decidí ir detrás del zorro, pero no pude acercarme, pues sus padres para defenderlo empezaron a atacarme. Yo apenas me pude defender con un palo que cogí del suelo, así que volví a mi casa. El zorro y su familia eran salvajes y debían continuar con su vida, y yo con la mía.
El zorro se enfadó y se volvió al monte, donde lo esperaban su madre y su padre.
Yo no quería que se marchara, porque era muy bonito, pero, bueno, con mi hermano nada puede salir bien...
Después de un tiempo llegó mi madre para hacer la comida y se lo conté todo. Mi madre castigó a mi hermano sin móvil toda la semana.
Yo decidí ir detrás del zorro, pero no pude acercarme, pues sus padres para defenderlo empezaron a atacarme. Yo apenas me pude defender con un palo que cogí del suelo, así que volví a mi casa. El zorro y su familia eran salvajes y debían continuar con su vida, y yo con la mía.
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