Cuando llegué a casa, un zorro dormía delante de la puerta plácidamente. Era naranja y blanco, muy pequeño. Al aproximarme se despertó. Me paré a pensar y miré un cartel que traía en la mano. Ese zorro era el que estaban buscando.
Pero, ¿por qué se había escapado? ¿Sería porque no le daban de comer?
No lo sé, pero abrí la puerta y lo metí en casa.
Pero, ¿por qué se había escapado? ¿Sería porque no le daban de comer?
No lo sé, pero abrí la puerta y lo metí en casa.
Se hizo de noche, el zorro contemplaba las preciosas estrellas junto a mi.
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